La Fidelidad de Dios
Muchas veces, cuando pensamos en la fidelidad de Dios, lo hacemos de manera antropocéntrica (centrada en el hombre).
Muchas veces, cuando pensamos en la fidelidad de Dios, lo hacemos de manera antropocéntrica (centrada en el hombre).
Tener pastores que no disfrutan la labor pastoral a causa de nuestra inmadurez y abuso traerá como consecuencia que ellos no hagan su mejor esfuerzo por ayudarnos a crecer. Tener pastores que se sienten apoyados y estimados traerá gloria a Dios y edificación a su iglesia.
La Biblia nos llama a darle al evangelio la importancia primordial que merece, porque no hay ni habrá nunca una mejor noticia que la de saber que “Cristo murió por nuestros pecados, conforme a las Escrituras; y que fue sepultado, y que resucitó al tercer día, conforme a las Escrituras”.
¿Quieres gozo que sobrepasa todo entendimiento? ¿Gozo que te sostiene en medio de las situaciones difíciles? Ven a Jesús, no desprecies a aquellos que en tu vida apuntan a la verdadera fuente de gozo.
No estamos llamados a ser un pueblo egoísta y estático, sino a crecer en número. Y aunque el crecimiento numérico es tarea del Espíritu Santo, nosotros tenemos la responsabilidad de compartir las buenas nuevas con todos aquellos que ahora mismo se encuentran separados de la comunión con Dios y con su pueblo.
Por la soberana y dulce gracia de Dios, una vez que somos adoptados a la familia de Dios, somos acreedores de toda clase de bendiciones espirituales en los lugares celestiales en virtud de nuestra unión con Cristo.
Hemos llegado al final de la carta, donde Pablo menciona a algunas personas importantes en su ministerio en ese momento, y da instrucciones claras.
Los miembros de la nueva sociedad trabajan para la gloria de Dios, sabiendo que, al hacerlo, están reservando una recompensa eterna. Nuestro servicio a la empresa o lugar donde trabajemos es, en una instancia más profunda, un trabajo para el Señor. En este mundo, nuestros amos o jefes pudieran incluso hacernos injusticia al no respetar nuestros derechos, pero debemos tener en cuenta la gran recompensa que tenemos en los cielos y saber que la venganza, en todo caso, es del Señor.
Como en 1 Cor. 10:31, el gran propósito de esta nueva humanidad que ha sido creada a imagen de Cristo y que se va renovando hasta el conocimiento pleno, dejando las cosas terrenales y vistiéndose de virtudes cristianas, es glorificar al padre por medio de Cristo.
La preocupación principal del apóstol Pabloera que los creyentes en Colosas comprendieran que ellos estaban completos en Cristo y que nada deben agregar al perfecto sacrificio que el Señor ya efectuó en la cruz.
Una vida cristocéntrica es aquella en la que todo lo que se hace apunta a la gloria de Cristo. Y si somos sinceros, esta es la única manera en la que los creyentes debemos vivir, ya que nosotros hemos muerto, y nuestra vida está escondida con Cristo en Dios.
La iglesia cristocéntrica tiene como fin dos cosas: conocer y glorificar a Cristo Jesús. Ambas cosas están relacionadas y son interdependientes: una iglesia que no conoce a Cristo es una iglesia que no puede glorificarle, y una iglesia que no glorifica a Cristo es una iglesia que evidentemente no le conoce.