“Black Mirror” (Espejo Negro) no se trata sólo de tecnología. Se trata de nosotros.
Black Mirror no es una serie para sentarse a ver todos los episodios en un día si es que eliges verla completamente. Más bien es una serie que se debe digerir lentamente, reflexionando no sólo sobre lo que muestra acerca del mundo cercano al futuro, sino también lo que refleja sobre nuestro pasado.