PDF | La familia como reflejo del poder de Su amor | Pr. Javier Domínguez
El papel de la familia cristiana en la obra redentiva de Jesucristo es representar el poder del amor de Dios en nosotros.
El papel de la familia cristiana en la obra redentiva de Jesucristo es representar el poder del amor de Dios en nosotros.
Una de las ironías más grandes de la vida es la habilidad que tiene el dolor de protegernos. ¿Se han puesto a pensar en las veces que hemos evitado grandes accidentes, y daños porque un dolor menos grande nos detuvo? ¿Las veces que hubiéramos podido perder algún miembro del cuerpo si los sensores de dolor no avisaran al cerebro que se están haciendo daño?
¿Cómo podemos aprovechar mejor el tiempo que ahora tenemos? Las redes sociales nos han bombardeado con sugerencias en este tema. Proyectos sociales, pensar positivo, buena actitud o ánimo para hacer las cosas, ayuda para organizarse mejor, etc. estamos llenos de qué hacer con tu tiempo, lo cual no es malo en sí.
a Palabra de Dios no es como un buffet en el cual podemos brincarnos las ensaladas e ir directo a la pizza y el postre. La Escritura es más bien un exquisito y balanceado manjar de cuatro, cinco o más tiempos que, en su totalidad, nos nutre y nos satisface.
Abracemos la verdad de que Cristo murió por ti y por mí y no por quiénes somos ni mucho menos por cómo nos vemos frente al espejo, Él murió porque nos ama y eso querida hermana, es lo que debe motivarnos y moldearnos, está bien que quieras cuidar de tu salud, de tu cuerpo y de tu peso, pero recuerda que no eres tú peso.
Rut era una mujer virtuosa y Booz lo sabía, pero también su pueblo; la palabra “virtud” es la misma que se utiliza en proverbios 31 que elogia a este tipo de mujer, a la mujer que confía en Dios y que eso la hace virtuosa y no su atuendo o adorno.
Es urgente que los hijos e hijas de Dios desechen la liviandad con la que viven su cristianismo. Es urgente que los hijos e hijas de Dios vivan como ciudadanos del Reino de Dios aquí y ahora. No hay otro propósito más alto que vivir para Dios mostrado en nuestra conducta ante el mundo, una que proviene de un corazón que está muriendo cada día a su “yo” para que Cristo crezca.
Sabemos que el miedo o el temor son dos grandes enemigos del hombre, nos paraliza, nos detiene, la mayoría de las veces el miedo lo sentimos cuando es algo que no conocemos, algo que no dominamos, pero eso no es el temor a Dios.
Podemos confiar en las Escrituras porque provienen de un Dios que es digno de confianza, un Dios que además es nuestro buen Padre por la obra de Cristo.
El amor no es una emoción, es un mandato que debemos cumplir pero, antes de amar a nuestro prójimo debemos amar a Dios con todo nuestro corazón, alma y nuestras fuerzas.
La única manera en que podemos empezar a vivir plenamente en el Espíritu es cuando rendimos todo lo que somos en humildad y fe. Esto significa que hacemos a un lado toda incredulidad, y aún si hubiera algo de esto en nuestro corazón.
¿por qué si estoy gozoso de la salvación que se me ha sido dada, sigo reaccionando con enojo? Mientras el pecado esté en nosotros, la ceguera espiritual nos seguirá engañando con pensamientos como el que nuestro enojo es justificado; Romanos 5:21.