Una promesa de largo alcance

Dios no escatimó a su Hijo porque era la única manera en que podía librarnos a nosotros. La culpa de nuestro pecado, el castigo de nuestra rebeldia, os hubieran llevado derechito al infierno donde lo único que hay de Dios ahí es Su ira. Pero Dios no libró a su propio Hijo; lo entregó para que fuera herido por nuestras transgresiones, molido por nuestras iniquidades, crucificado por nuestro pecado (Isaías 53.5–6).

La ironía de la resurrección | Evangelio Verdadero

La ironía de la resurrección

En el capítulo 27 Mateo narra la crucifixión de Jesús y su sepultura. Pero mi interés está en una breve sección en los versículos 62-66. Los infames Fariseos siguen haciendo de las suyas. No están conformes con haber matado a Jesús. Ahora quieren asegurarse de que sus discípulos no vayan a robar su cuerpo y vayan a engañar a las personas diciendo que Jesús realmente resucitó.