La sexualidad en el matrimonio

Pertenezco a una generación de cristianos que fuimos mal instruidos acerca del sexo. Ya sea por tabú, por religiosidad, ignorancia o mero pragmatismo nos dijeron simplemente que el sexo era prohibido antes del matrimonio y permitido dentro del mismo. ¿Puedes ver el problema con este par de conceptos? ¿Te identificas con ellos? El problema es que nuestra condición humana afectada por, lo que la Biblia define como naturaleza pecaminosa, tiene esa tendencia natural a sentirse atraída por lo prohibido. No obstante la presión de la cultura que nos bombardea a través de todos los medios posibles diciéndonos que el sexo prohibido es mejor, que el sexo fuera o antes del matrimonio es mejor, contrario a lo que la Palabra de Dios establece y aunado al egoísmo que nos caracteriza como seres humanos caídos, provoca así que lleguemos al  matrimonio con los conceptos equivocados al respecto y con ello una enorme ola de situaciones adversas en el matrimonio. Pero La Biblia no habla del sexo como prohibido o permitido sino como diseñado por Dios, bueno y aun como un agente santificador del matrimonio.

En mi experiencia personal, descubrir esto a la luz de la Palabra de Dios después de que Dios abriera mis ojos a través de su bendito Evangelio fue liberador y un bálsamo que vino a cambiar completamente el estado de la relación matrimonial con mi esposa y, estoy seguro que para ella también lo fue, ya que una de las presiones más grandes para ambos dentro de nuestra relación de casados era el tema de la sexualidad.

El pasaje de 1ª de Corintios 7:1-7 nos brinda mucha Luz al respecto.

¹En cuanto a las cosas de que me escribisteis, bueno le sería al hombre no tocar mujer; ²pero a causa de las fornicaciones, cada uno tenga su propia mujer, y cada una tenga su propio marido. ³El marido cumpla con la mujer el deber conyugal, y asimismo la mujer con el marido. ⁴La mujer no tiene potestad sobre su propio cuerpo, sino el marido; ni tampoco tiene el marido potestad sobre su propio cuerpo, sino la mujer. ⁵No os neguéis el uno al otro, a no ser por algún tiempo de mutuo consentimiento, para ocuparos sosegadamente en la oración; y volved a juntaros en uno, para que no os tiente Satanás a causa de vuestra incontinencia. ⁶Mas esto digo por vía de concesión, no por mandamiento. ⁷Quisiera más bien que todos los hombres fuesen como yo; pero cada uno tiene su propio don de Dios, uno a la verdad de un modo, y otro de otro.

• En primer lugar debemos aclarar que el versículo 1 de ninguna manera enseña que el matrimonio sea erróneo o malo. Lo que Pablo hace en el contexto de todo el capítulo es proponer la soltería como una opción con el fin de que dicha persona se dedique al servicio al Señor (siempre y cuando tenga el don del celibato o abstinencia), así como la consideración del contexto histórico de su época en la que los cristianos sufrían persecución y las familias eran separadas, entre otros factores.
• En el versículo 2 el Apóstol pablo aclara esto y nos dice la razón; a causa de las fornicaciones; en donde el termino griego usado para fornicaciones πορνεία o πορνία no se refiere exclusivamente al acto sexual antes del matrimonio sino a todo pecado de inmoralidad sexual incluidas la infidelidad (adulterio) ; Pablo conoce perfectamente el corazón humano y entonces aconseja que por esta razón el hombre tenga su (singular) propia mujer y la mujer tenga su (singular) propio hombre y la connotación del texto en este caso implica la relación sexual
• Pablo va un paso más allá todavía en los versículos 3 y 4 al motivar a ambos (hombre y mujer) a cumplir con su deber conyugal haciendo alusión al pacto matrimonial en el que ya no se pertenecen a sí mismos sino el uno al otro. Aquí es donde se rompe otro concepto erróneo dentro del matrimonio; el de pretender que mi pareja existe para satisfacer mis necesidades. El llamado es para buscar cumplir yo con mi deber hacia ella y viceversa.
• El versículo 6 definitivamente es mi favorito; Pablo aconseja a las parejas casadas a no negarse a tener relaciones sexuales a menos que de mutuo acuerdo decidan dedicar tiempo prioritario a la disciplina espiritual de la oración. De manera que es la misma Palabra de Dios la que remarca la importancia de la sexualidad como fundamento estructural del matrimonio y la razón es: para no ser tentados sexualmente; de manera que el sexo dentro del matrimonio funge como un agente colaborador para la santificación del mismo. !Jamás lo había entendido de esta manera antes! ¿Verdad que cambia nuestra perspectiva?

Es maravilloso saber que Dios quien demanda de nosotros que “Honroso sea en todos el matrimonio y el lecho sin mancilla; pero a los fornicarios y los adúlteros los juzgara Dios” Hebreos 13:4; es Él mismo quien, en su amor y benevolencia, nos ha provisto de herramientas para poder cumplirlo.

Pregunta: ¿La Palabra de Dios ha cambiado tu perspectiva acerca del sexo y el matrimonio? Déjanos un comentario presionando el botón.