Una promesa de largo alcance

Dios no escatimó a su Hijo porque era la única manera en que podía librarnos a nosotros. La culpa de nuestro pecado, el castigo de nuestra rebeldia, os hubieran llevado derechito al infierno donde lo único que hay de Dios ahí es Su ira. Pero Dios no libró a su propio Hijo; lo entregó para que fuera herido por nuestras transgresiones, molido por nuestras iniquidades, crucificado por nuestro pecado (Isaías 53.5–6).

La Ausencia de Dios | Evangelio Verdadero

La Ausencia de Dios

¿Has experimentado alguna vez la ausencia de Dios a pesar de que has profesado la fe en Jesucristo?, si tu respuesta es afirmativa ¡bienvenido al club!, somos muchos los que hemos experimentado la ausencia de Dios, incluyendo al rey David (Sal. 27.9). ¿Está Dios realmente ausente? La respuesta es no, Dios no está ausente ni…