Por Israel Villavicencio
CUANDO DESEAS OBISPADO Y LA RESPUESTA ES UN “NO”.
Es larga la lista de personas que conozco que desean participar en un Pastorado. Es más, tengo la oportunidad de ver varones que se preparan y capacitan en seminarios, cursos, talleres y, en su mejor caso en sus iglesias para poder algún día ser ordenados con el titulo de “Pastor”.
Tal vez tu estas leyendo este blog y te sientes identificado en desear la buena obra del obispado. (1 Tim. 3:1) déjame decirte. Yo también estoy allí.
Aunque algunos me conocieron como Pastor, la verdad es que nunca me consideré así, ya que no fui públicamente ordenado y aprobado por la iglesia. Este acto lo considero esencial y bíblico. Pero para que te sientas más identificado conmigo déjame contarte que también tengo un firme deseo de servir a Dios a tiempo completo. También tuve la oportunidad de tener una preparación teológica en un seminario, tengo una vida integra, y me mantengo perseverando fiel en el ministerio por muchos años habiendo apoyando a varios pastores que amo.
Ahora, esto puede hacerte creer que estoy listo para un puesto pastoral, pero la verdad no es así. Más bien, no tiene nada que ver con el llamado al ministerio Pastoral.
Aunque estoy completamente seguro que has leído todos los requisitos de 1 Timoteo 3, y créeme, es sabio siempre examinarnos. Es importante también, reconocer que tenemos un concepto más alto de nosotros mismo y esto nos ayudará a ver humildemente el propósito de Dios en la iglesia al llamar al ministerio a los pastores.
Dios es quien llama
Comprendo grandemente cuando tu deseo al pastorado es grande, y posiblemente genuino como sincero. Y tu amor a Dios y a su iglesia te ha llevado a comprometerte y servir en distintas áreas. Pero necesitamos entender que Dios es el que llama a sus siervos para liderar a la iglesia y no al revez.
“El hombre no debería perseguir el ministerio, sino el ministerio persigue al que es llamado, porque es un llamado de Dios”. – Ps. Otto Sanchez
Desde el Antiguo testamento vemos que es Dios escogiendo a hombres pecadores y salvos por gracia a liderar a su pueblo. Esto no los hace más espirituales que tu y yo, son igual de imperfectos, pero sí tienen una función especifica que cumplir, y aunque tu y yo lo deseamos, es Dios quien da luz verde al llamado, y no nosotros forzar solo por dejarnos llevar por nuestro corazón.
Ama a la iglesia que le pertenece a Cristo
Cuando Dios llama a personas a pastorear, es por que ama a Su iglesia. Y créeme, Dios ama a la iglesia de una manera pura y santa, más de los que tu y yo juntos podemos imaginar. Tanto la ama que dió a su hijo (al príncipe de los pastores) a morir por ella. Esta verdad debe de disipar cualquier frustración que pasa por nuestro corazón y sobre todo entender que la soberanía de nuestro Señor es divinamente sabia.
Como adoradores y siervos de corazón, debemos amar a Su iglesia de tal manera que nos sometamos a las decisiones y circunstancia que Dios permite. Así, que cuando no soy considerado para un llamado pastoral, pueda seguir amando y sirviendo a la iglesia de Cristo sabiendo que es Dios cumpliendo su propósito de gracia en mi y en la congregación.
Amar a la iglesia de Cristo también se demuestra en la humildad de reconocer que Dios no me ha puesto a mi en llevar la dirección de Su iglesia, y esto solo lo calma un corazón que entiende que Dios me conoce más que a mi mismo.
Cuida a la iglesia de Cristo
Creo que no tengo que dar ejemplos de personas que pastorean iglesias y Dios nunca los llamó, o simplemente no califican por no tener los requisitos que la biblia menciona. Esto es lamentable porque sucede mucho en nuestro contexto latino y no solamente por aquellos que son malos representantes de un perfil pastoral bíblico. Sino de aquellos que empiezan por emociones a liderar una iglesia y a los pocos días o meses están renunciando por no poder soportar la presión del ministerio. Creo que muchos de ellos empiezan con buena intención pero terminan dándose cuenta que la buena intención no es suficiente.
Esta cifra de lideres que abandonan el ministerio o que son pastores sin un perfil bíblico está creciendo en toda Latinoamérica. Esto debe de ser un alarma para cada uno de nosotros que deseamos ser llamados al ministerio pastoral.
Con esto no pretendo generar un miedo en tu corazón, o desanimarte. Pero si tener una conciencia en que cuando recibes un “no” amoroso en tu iglesia, es el deseo de Dios a no exponerte a una función donde aun no has sido preparado y así cuidarte de responsabilidades en la iglesia de Cristo donde Dios te pedirá cuentas.
Palabras de gozo para ti
En todo lo dicho anteriormente mi intención es hacerte entender que Dios te ama y cuida de ti. Estamos en un mundo donde crece la idea de una felicidad basada en tus logros o posiciones. Algo muy diferente al gozo pleno que encontramos los hijos de Dios en Cristo Jesus.
Sigue perseverando en tu ministerio, sigue siendo trasformado por la aplicación de la Palabra de Dios en tu vida. El llamado que tienes es el de servir a un Dios grande, vivo y soberano. Que nuestra identidad se enfoque en la persona de Cristo en nuestras vidas.
“Nuestro ministerio llegará a los demás, en la medida que Dios está transformando nuestros propios corazones”.
– Christopher Shawn.
No sabemos con certeza si en nuestro perseverante caminar con Cristo algún día Dios nos llame al ministerio pastoral. O si algún día estemos listos para plantar alguna iglesia siendo enviados. Pero pase meses, años o simplemente nunca tengamos la oportunidad, nuestra identidad en Cristo debe ser suficiente motivación para descansar nuestro corazón a ser buenos representantes de Cristo en esta tierra para gloria de Dios Padre.