Por Eduardo Calleja Alderete
JESÚS LO DIJO Y SU OBRA LO HIZO
Imagínese por un momento que me acerco a usted y le comparto que una persona ha pagado la totalidad de la deuda que usted tiene con el banco derivada del crédito hipotecario de su casa y todas sus demás deudas. Si! lo que yo le estoy diciendo es que ya no tiene ninguna deuda con la institución bancaria ni con ningún acreedor, ahora usted puede beneficiarse de ese acto altruista para que usted disfrute de vivir una vida sin deudas!
Ante esta noticia usted tiene dos opciones:
- La primera opción es: Creer que lo que estoy diciendo es totalmente cierto y aceptar el favor inmerecido de aquella persona que pagó una deuda que no le correspondía hacerlo.
- La segunda opción es: No creer el mensaje que le estoy diciendo argumentando que no existe persona alguna que haga eso.
Con toda seguridad y sin temor a equivocarme usted escogería la segunda opción, es decir, usted decidiría rechazar el mensaje que le estoy dando, argumentando que es imposible que una persona pague una deuda que no contrajo, es decir, esa persona no está obligada a pagar esa deuda tan grande frente al banco y demás acreedores, peor aún, usted argumentaría como es posible que alguien va pagar esa inmensa cantidad de dinero sin recibir ningún beneficio a cambio, repito, me atrevo a asegurar sin temor a equivocarme que usted se reiría en mi cara y me diría, por favor Eduardo, que buena broma me estas haciendo, que ridículo eres, seguramente usted cuestionaría el mensaje que le estoy comunicando de la siguiente manera: Eduardo, quién es capaz de pagar una deuda ajena tan grande?, ahora si me hiciste reír, si quieres que yo te crea necesito que me entregues una prueba en la que conste que eso que me estas diciendo es cierto. La única manera en la que yo pueda creer es que tu me muestres un estado de cuenta del banco y demás acreedores con mi balance en cero y además, necesito que me entregues un certificado de libertad de gravámenes del Registro Público de la Propiedad en la que me demuestre que mi casa ya no tiene ninguna hipoteca, de otra manera no puedo creer lo que me estas diciendo.
Ésta ilustración me ayuda a introducir la triste realidad que mucha gente toma cuando alguien les comparte la excelente noticia de que Jesús pagó la deuda que tenían frente a Dios. Tristemente, mucha gente pide pruebas fehacientes e irrefutables para que ellos puedan creer que Jesús pagó su inmensa deuda para con Dios Padre. Si tu eres una de esas personas en pedir pruebas de esa liquidación de deuda, permíteme decirte que Dios no trabaja así. La Biblia dice que aquel que cree en la persona y obra de Jesús, recibe, por la gracia de Dios (favor inmerecido) el regalo de la vida eterna, nótese el verbo utilizado: “creer”, en ninguna parte de la Palabra de Dios dice que aquel que le “demuestran” las pruebas de la obra de Jesús recibirá el regalo de la vida eterna.
Es interesante, pero así como un deudor de préstamo hipotecario no niega y mejor aún, reconoce la deuda que contrajo, de la misma manera, toda persona a la que he presentado el evangelio de Jesús no niega que es pecador, todos reconocen que han pecado, pero, se niegan a “creer” que la deuda que tienen para con Dios a consecuencia de su pecado fue pagada totalmente por Jesús en la cruz.
Existe un verbo en Juan 19:30 que dijo Jesús después de haber sido traicionado y arrestado en el huerto de Getsemani, este verbo, lo dijo Jesús tiempo después de ser juzgado injustamente por el sumo sacerdote y por la autoridad romana: Pilato, ésta frase la dijo Jesús tiempo después de haber sido condenado a la forma de muerte mas cruel que merecían los peores criminales de la época: crucifixión pública, si! Jesús dijo este verbo después de ser golpeado brutalmente e injustamente por oficiales romanos, lo dijo después de ser escupido, insultado, humillado y obligado a cargar a través de varias calles de Jerusalén el castigo de su condena injusta: la cruz, lo dijo cuando enfrente de una multitud y totalmente ensangrentado los clavos de varios centímetros de largo le traspasaron sus manos y pies para anclarlo en un pedazo de madera en forma de cruz, si!, ésta frase la dijo Jesús tiempo después de exclamar a consecuencia del dolor que le causaba el rompimiento de sus tendones y cartílagos provocado por los golpes dados en la cabeza de los clavos al clavarlo en la cruz. Éste verbo lo dijo Jesús después de que los soldados romanos pusieran una esponja y mojaran sus labios con vinagre a consecuencia de la deshidratación que tenía al expresar “tengo sed” en aquel madero con su bendita sangre derramada, pero sobre todo, Jesús pronunció este verbo pocos segundos antes de inclinar su cabeza para finalmente morir en la cruz, Jesús dijo por única ocasión: “Consumado es” ó mejor traducido “Consumado está”.
Sabe lo que significa éste verbo para usted? Se lo voy a contar en palabras muy claras, ese verbo significa: Deuda pagada! En efecto, una vez que usted cree en la persona y obra del Mesías su deuda esta pagada. La obra de Jesús en aquella cruz tiene alcance para usted hoy día, sabe porqué? Permítame explicarle esto: El verbo que se utiliza en griego es Τετέλεσται (tetélestai), este verbo está en tiempo “perfecto”, el cual, presenta la acción en el pasado y de una forma puntual, es decir, no es una acción continua, imagine una foto, esa imagen que captó usted fue en un preciso momento en el pasado, pero lo mas increíble de éste tiempo verbal es que los efectos de la acción están vigentes hoy día! Lo anterior quiere decir que con la muerte de Jesús (acción en el pasado y de manera puntual) los efectos de su muerte están vigentes para usted en el presente cuando usted decide creer que Jesús pagó esa deuda que usted tenía con Dios a consecuencia de su pecado, es la única manera de pagar su deuda, ya que usted no puede pagar por sus propios medio, no hay una obra tan buena que usted pueda hacer que se gane el favor de Dios, sólo los meritos de Jesus en su obra perfecta pueden liquidar su deuda al 100 por ciento.
Después de haber leído estas palabras, usted tiene dos opciones: 1. Decide creer que por los méritos de Jesús el pudo pagar su deuda, aceptando el favor inmerecido de la vida eterna ó 2. Usted puede rechazarlo e inclusive usted puede burlarse de éste artículo y seguir indiferente al destino de su alma para toda la eternidad: estar separado de Dios en condenación y dolor eterno.