Por Walter Jolón
«Pelado el diablo». En Guatemala se le llama “pelado” a alguien sin dinero, alguien pobre o en extrema pobreza. Esta fue una frase que escuché en una predicación desde un púlpito hace un tiempo atrás, la frase fue parte de un mensaje que tuvo el propósito de enseñar a los oyentes que sólo el diablo es pobre y que por lo tanto los cristianos deben ser prosperados económicamente si sirven a Cristo.
El gran problema con esta enseñanza es que aquellos cristianos que viven en condiciones de pobreza creerán que viven bajo una maldición porque se les está enseñando que su condición de vida es igual a la condición “pobre” del diablo y van a querer servir a Cristo y utilizarlo únicamente como un medio para dejar de ser pobres y alcanzar la prosperidad.
En múltiples versículos de las Escrituras se nos da a conocer que hay mucha gente pobre que es parte del pueblo del Señor y Él demanda a los de mejores condiciones económicas el cuidado de ellos, esto quiere decir que siempre habrá pobres dentro del pueblo de Dios y otros deberán cuidarlos.
Jesús dijo: “8A los pobres siempre los tendrán entre ustedes, pero a mí no siempre me tendrán.»” —Juan 12.8, RVC
“25Si prestas dinero a alguno de los pobres de mi pueblo, que viva contigo, no te portarás con él como un prestamista ni le cobrarás intereses. 26Si recibes como prenda el vestido de tu prójimo, deberás devolvérselo al ponerse el sol. 27Porque, ¿cómo podrá dormir, si eso es lo único que tiene para cubrirse? Y si él me pide ayuda, yo lo atenderé, porque soy misericordioso.” —Éxodo 22.25–27, RVC
“17Dar algo al pobre es dárselo al Señor; el Señor sabe pagar el bien que se hace.” —Proverbios 19.17, RVC
Estos versículos botan por completo esa doctrina mentirosa, porque en ningún lugar de las Escrituras se registra esa frase «pelado (pobre) el diablo», al contrario, el diablo aparece en Mateo 4 como dueño de muchos reinos, como los que le ofrece a Cristo para que postrado le adore a cambio de la concesión de todas esas propiedades.
El príncipe de este mundo, el príncipe de la potestad del aire, el diablo, era propietario, aunque de forma ilegítima de todos esos reinos que le fueron otorgados en bandeja de plata por el pecado de la humanidad.
“8De nuevo el diablo lo llevó a un monte muy alto. Allí le mostró todos los reinos del mundo y sus riquezas, 9y le dijo: «Todo esto te daré, si te arrodillas delante de mí y me adoras.»” —Mateo 4.8–9, RVC
Lamentablemente hay personas que creen estas enseñanzas, que son una total mentira y que únicamente son utilizadas para manipular a los oyentes para que formen parte del programa de actividades “espirituales” relacionadas con finanzas, dígase “pactos” o pactos disfrazados de fiestas de primicias o primicias, vendiendo la idea de que al “pactar” el hombre recibirá lo que le está pidiendo a Dios.
Si comprendemos mejor la soberanía de Dios entenderemos que el hombre no tiene la facultad ni la capacidad de hacer un pacto con Él. En los pactos registrados en la Biblia siempre fue Dios el que estableció las condiciones porque Él es el mayor, y sólo el mayor puede establecerlas.
Hemos caído en el error de dar cierta cantidad de dinero a cambio de una restauración familiar. Dios no va a restaurar un matrimonio por un puñado de dinero que se le haya dado en un sobre, o por un bien material que se le presente a cambio de una restauración matrimonial, lo mismo aplica para un trabajo, un negocio, un aumento de salario, una sanidad, etc.
Dios restaura un matrimonio únicamente a través de la fe en la sangre de Cristo y bajo su sola voluntad, no por nuestro dinero. Dios prospera a quién Él escoja para que Su nombre sea glorificado, de igual manera, el Señor también permite la existencia del pobre porque Él se glorifica según Su beneplácito y para su propia gloria. Recordemos que nuestros pensamientos no son los de Él, los pensamientos de Dios son más altos que los nuestros, por lo tanto, Él hará como le plazca, prosperará a quien Él en Su soberana voluntad decida prosperar.
¿Significa que no creo que Dios prospera y da riquezas? No es en absoluto lo que creo. Dios puede prosperar y prospera; en el Antiguo Testamento, vemos el caso de hombres que Dios prosperó y les dio muchas riquezas como Abraham, Isaac, Jacob, Job, David, Salomón, entre otros, pero también vemos a otros hombres de Dios que no fueron prosperados porque así le plació a Él, como el caso del profeta Elías que tuvo que ir a pedir alimento a una viuda, o qué decimos del apóstol Pablo, quien trabajaba fabricando tiendas para no ser carga para la Iglesia, o nuestro Señor Jesucristo, quien dijo que no tenía donde recostar su cabeza.
¿Enseña la Biblia que podemos hacer pactos con Dios? Luego del Nuevo Pacto, la reconciliación de Dios con Su pueblo a través del sacrificio y el derramamiento de sangre de Jesús, no se hizo ningún otro pacto. Ni Dios con el hombre y menos el hombre con Dios. El mejor Pacto ya ha sido hecho, el pacto anunciado para reconciliar al hombre con su Dios a través del nacimiento, vida, muerte y resurrección de Jesucristo. No hay más grande y mejor bendición que el hombre salvado pueda tener que esta: Cristo.
En el paganismo, idolatría, politeísmo y satanismo el humano hace pactos. En la biblia es Dios quien hace los pactos, legisla y sanciona al ser humano que incumple el pacto. El pacto involucra leyes. El hombre no le puede imponer leyes a Dios. Es ilógico. El hombre no está en condiciones de semejante atrevimiento.
David dijo:
“14A decir verdad, ¿quién soy yo, y quién es mi pueblo, para poder ofrecerte todo esto, y de manera voluntaria? Todo es tuyo, y lo que ahora te damos lo hemos recibido de tus manos.” —1º Crónicas 29.14, RVC
A Dios no hay que pagarle, de ninguna manera, para que Él obre a favor del hombre. A Dios nada podemos darle que sea completamente nuestro. Mucho menos para comprar un favor o un milagro.
Hermano y hermana, aporta y ofrenda voluntaria y generosamente a tu iglesia con alegría, pero que no te engañen ni desde un púlpito, ni desde la televisión, ten cuidado con las maratónicas de Enlace porque todos los personajes que allí predican (me refiero a las maratónicas) siempre lo hacen con el fin de obtener dinero y para lograrlo disfrazan el mensaje bíblico con mucha “espiritualidad”, el pacto del hombre con Dios o pacto disfrazado de “primicia” no es bíblico, si vas a hacer algo así mejor dale el dinero a tus padres, hónralos, aporta a tu iglesia local para el avance del evangelio.
¡Cristo sea exaltado siempre!
Pastor Walter, NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO LES SIGA BENDICIENDO !! GRANDEMENTE !!,
Sobre la pregunta: ¿Consideras que ser pobre es sinónimo de maldición?, Respondo: NO considero que ser pobre “económicamente” sea maldición, lo que si creo es que somos pobres en nuestro “corazón” (pensamientos, sentimientos, emociones voluntad) y esto es porque no nos damos la oportunidad de conocer a CRISTO en nuestras vidas, el plan que tiene para con cada uno de nosotros, de ahí que posiblemente nos frustremos en nuestro caminar con CRISTO, o simple mente, tomemos una actitud de indiferencia que nos lleva a la religiosidad, sin darnos la oportunidad de conocer las tremendas bendiciones de NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO:
«Bendito el hombre que confía en el Señor,
y pone su confianza en él.
Será como un árbol plantado junto al agua,
que extiende sus raíces hacia la corriente;
no teme que llegue el calor,
y sus hojas están siempre verdes.
En época de sequía no se angustia,
y nunca deja de dar fruto.»
Jeremías 17:7-8 | NVI
Totalmente de acuerdo contigo William. Desde que nacemos, nacemos en banca rota espiritual y con la necesidad urgente de un Salvador. Gracias por comentar y seguir el blog. Un abrazo.