Por Susana Cano
Proverbios 27:19 “Como el rostro en el agua es reflejo del rostro, así el hombre se refleja en el corazón del hombre”.
Jeremías 17:9-10 “Más engañoso que todo, es el corazón ,Y sin remedio. ¿Quién lo comprenderá? Yo, el Señor, escudriño el corazón, Pruebo los pensamientos, Para dar a cada uno según sus caminos, Según el fruto de sus obras.”
Todos los seres humanos actúan de acuerdo con cómo piensan. Lo que piensan es un reflejo de lo que hay en su corazón. El humanismo se enfoca en el hombre como el creador de su propio destino que debe ser guiado por la razón según lo que hay en su corazón. Entonces nos encontramos con dichos como: “déjate llevar”, “sigue tu corazón”, “lo que sientes es lo único real”, “domina tu mente”, “persigue ser exitoso”, “haz como quieras”, etc.
Sin embargo, la Biblia tiene mucho más que decirnos. La definición más sencilla de cosmovisión es: sistema de creencias por medio del cual una persona ve el mundo. Son los lentes a través de los cuales se decide, siente, y acciona. Toda decisión, sentimiento y acción que realizas según lo que te han enseñado culturalmente o por herencia familiar, te da una identidad. Esta identidad es la que te demanda ser definida mediante complacencias para tener seguridad. Permíteme explicarte mejor.
La misma Biblia dijo que la tecnología vendría en aumento, y estamos viviendo tiempos donde la tecnología es indispensable casi casi para todo. Las redes sociales han sustituido relaciones físicas y por el otro lado han revelado lo que quizás muchas personas no revelarían; a veces por escrito, por mensajes o por sus fotos. ¿Cuántos “likes” tienes? ¿Ya viste la foto que puso fulanita? ¿Qué gorda está? ¿Viste la foto que puso, seguro ya no sigue con su esposo? ¡Qué foto tan ridícula la que subió fulanita! Son expresiones que escuchamos o incluso hemos dicho y pensamos de otras personas.
Entonces, tomando la forma en la que vemos nuestro alrededor y nuestro interior, muchas de las mujeres han encontrado una vía de escape para expresar lo que hay en sus corazones, algunas nos bendicen con mensajes de edificación, otras para enseñarnos y otras, siendo sinceras, nos molestan o nos incitan a la murmuración (aunque cada uno es responsable de sus acciones). Sin embargo, al meditar en todo lo que se lee en las redes sociales, nos muestran dos cosas: la cosmovisión (qué realmente creo) y la falta de identidad (a quién o qué quiero complacer).
La Biblia nos muestra una gran verdad de la condición caída del hombre: somos pecadores con un corazón engañoso. Es una buena noticia saber que Dios ya hizo en Cristo algo acerca de esta condición: Morir en nuestro lugar. Nuestra santificación es progresiva, día a día Dios nos moldea para ser como Cristo. Todo lo que hacemos está directamente ligado a lo que creemos, lo que creemos es estorbado por lo que hay en nuestro corazón. Si creemos que todo se trata acerca de nosotros, una foto lo mostrará. Si creemos que somos más valiosos que otros, una foto lo mostrará. Y, si queremos exponer que necesitamos una pareja, una foto lo mostrará. Si queremos exponer que estamos tristes, una foto o la ausencia de ella lo mostrará. Si queremos decir que ya no tenemos pareja, una foto lo mostrará. Si queremos decir que estamos heridas o despechadas porque la pareja nos dejó, una foto lo mostrará. Una foto habla mucho. No digo que todas las fotos son tan reveladoras o que no hay que compartir fotos, yo lo hago todo el tiempo, pero si recordamos lo que dice la Biblia, todo lo que hacemos revela la forma en que pensamos y en lo que creemos, y como hijas de Dios tenemos una responsabilidad delante de Él.
Mujeres, debemos cuidarnos de la moda emotiva de la tecnología. Hay gozo en ser parte de la vida de algunas amigas al ver las fotos de los cumpleaños de sus hijos, de su esposo, de sus padres, de su novio, la graduación de uno de sus hijos, o incluso el clamor de oración por el fallecimiento de alguien. Sin embargo, la Biblia es clara en cuanto a la piadosa manera de vivir de las mujeres. 1 Pedro 3:1-4: “Asimismo ustedes, mujeres, estén sujetas a sus maridos, de modo que, si algunos de ellos son desobedientes a la palabra, puedan ser ganados sin palabra alguna por la conducta de sus mujeres al observar ellos su conducta casta y respetuosa. Que el adorno de ustedes no sea el externo: peinados ostentosos, joyas de oro o vestidos lujosos, sino que sea lo que procede de lo íntimo del corazón, con el adorno incorruptible de un espíritu tierno y sereno, lo cual es precioso delante de Dios.” Este verso reafirma cuanto debemos de guardar el corazón. Aunque habla de la forma de vestir, el principio de aplicación es el mismo: A Dios le interesa tu corazón y no lo externo.
Mujer, si tu identidad está en la obra de Cristo, si tu identidad descansa en que eres perdonada, amada, redimida, aprobada por Él, si tu identidad descansa en lo que Cristo ha hecho en tu lugar, si tu identidad no es conmovida porque tu confianza está en los méritos de Cristo que son eternos delante de Dios, entonces no necesitarás utilizar las redes sociales, los mensajes, las fotos y demás, para recibir aprobación, para ser amada, para ser buscada, para tener éxito, para estar a la moda.
Si te han abandonado, si te sientes decepcionada de tu esposo, de tu pareja, de tus hijos, de tu congregación, corre a Cristo en oración, ríndele tus emociones, ora por convicción de pecado, y que Su paz gobierne tus pensamientos y tu corazón. Sé sabia en utilizar las redes sociales. Da gloria a tu Creador y Redentor en todo lo que escribes y muestras, para dar testimonio fiel de Aquel que te ama y todo lo ve.
Querida hermana, nada debe controlar nuestros deseos, corazones y pensamientos más que los estatutos de la Palabra de Dios. Si amamos al Señor, amamos a nuestro prójimo y esto nos guiará a accionar sabiamente en todo lo que hacemos y escribimos. Si eres hija de Dios, ya no te perteneces, sino a Él y todo lo que haces es para Él, para darle honor. Recuerda que, aunque eres pecadora, tienes una esperanza inamovible: Cristo te ha salvado y te sigue salvando para una gloriosa eternidad.
Compartamos noticias, chistes, avisos, opiniones, mensajes, necesidades, fotos, videos de manera prudente y sabia, sabiendo que nuestra identidad no está en lo que los demás piensan, sino en lo que Dios dice sobre ti por la obra de Cristo y que estás en misión: «prediquen el evangelio y hagan discípulos en todo el mundo».
Amada hermana, busca exaltar al Señor, escudriña todos los días tu corazón, y no te adaptes a los pensamientos de este mundo caído sino renueva tu mente al estudiar Su Palabra para quitarte los lentes de lo que te han enseñado, de lo que has creído, para comprobar cuál es la voluntad de Dios que es buena, agradable y perfecta (Romanos 12:2). Al hacer esto, todo lo que escribas, las fotos que publiques, serán instrumentos para que otras vean a Cristo, al Salvador que dices te ha salvado y por quién eres una hija de Dios.
Hermanas, seamos luz y sal en esta tierra porque llevamos el testimonio de que Cristo salva pecadores por gracia y los sostiene mientras están en esta tierra y que aun en medio de las adversidades se puede tener gozo, aún en medio del rechazo, se puede actuar bajo la verdad de que somos amadas, aún en medio de la injusticia, descansamos en la justicia perfecta de Cristo, aún en medio de problemas de relaciones, sabemos que en Cristo hay libertad para el perdón y arrepentimiento.
Que nuestras redes sociales exalten a Cristo de principio a fin, por temor a Su Nombre y por amor a aquellos que nos leen. ¡Sea Cristo siempre el centro de tu vida y su evangelio proclamado!
Pregunta: ¿Estás luchando con encontrar tu identidad en las redes sociales?