Por Ady Terán
Tengo 30 años y sigo soltera. Quizás esta información te haga preguntarte por qué hablaría alguien como yo de este tema. Tengo 2 razones:
- Tarde o temprano yo misma atravesaré por esta etapa.
- Tengo una mamá que esta viviendo esta etapa.
Es una realidad, la menopausia es un problema que toda mujer tarde o temprano enfrentará. Pero vayamos por partes. Primero:
¿Qué es la menopausia?
La palabra menopausia se refiere a la última menstruación de una mujer, lo que representa el fin de su fertilidad. La menopausia (del griego mens, que significa “mensualmente”, y pausi, que significa “cese”) se define como cese de la menstruación y tiene correlaciones fisiológicas, con la declinación de la secreción de estrógenos por pérdida de la función folicular.
La menopausia realmente nunca fue un tema de interés para mi. Debo confesar que conocía muy poco del tema, hasta que me vi a en la necesidad de descifrar los diferentes cambios emocionales que sufría mi mama. Ella misma estaba frustrada con ella misma, me decía que no entendía que pasaba. No podía dormir en las noches, tenia calor, cambios muy drásticos en su estado de animo. Podía pasar de estar enojada a empezar a llorar en minutos. No sabíamos que hacer. Un dia me dijo que estaba deprimida, que no sabia que pasaba y yo estaba preocupada. Finalmente ella me dijo que estaba en la menopausia y que todo ese desajuste hormonal le estaba afectando mucho. Fue entonces que me empece a documentar. Mi intención era animarla con algún recurso y al mismo tiempo lograr entenderla.
Fue en esta búsqueda que me di cuenta que casi no existen recursos cristianos que traten el tema. Hay muchos que hablan de las emociones, pero, ¿que hay de la menopausia? Silencio.
La menopausia puede causar problemas emocionales derivados del descenso de los niveles hormonales y también por ideas erróneas en torno a la juventud y la belleza. Como toda etapa en nuestras vidas, es un momento en el que nuestra identidad se ve desafiada. La mujer que sentía que su valía estaba en su rol como madre, siente que ha perdido su identidad porque sus hijos ya no la necesitan. La mujer que solía estar en forma, activa, se esta dando cuenta que no es tan joven como solía ser, que empieza a tener mas dolores que antes y que esos kilos que tanto trabajo le costaron perder, los esta ganando con mucha facilidad. La mujer que lucha con sentirse segura y amada por su marido, se da cuenta que no es tan hermosa como cuando eran novios y que hay muchas otras mujeres mucho más jóvenes que ella que podrían competir por la atención de su marido. Su identidad como mujer, como madre, como esposa se ve cuestionada. Es una tentación pensar que su propósito en esta vida ha terminado, que realmente no tiene mas que ofrecer, que no sirve para nada y el pensar en “envejecer” es un tema que la tira en la cama sin deseos de salir. Esta etapa es difícil y es real. Y es una etapa inevitable para todas. No todas la viviremos de la misma manera, ni al mismo tiempo, pero es algo que pasará.
¿Qué podemos hacer ante esta inevitable realidad?
Primero, es necesario transitar este periodo en compañía de un ginecólogo de confianza, para que a través de algún medicamento ayude a disminuir los síntomas más incómodos.
Ademas es importante ser honestas ante la situación. No es pecado estar triste, no es malo “sentir”, Dios nos hizo seres con emociones, con la facultad de experimentar diversos sentimientos. Debemos aprender, no a reprimir la emoción, o tratar de evadirla, o buscar taparla con alguna distracción. Necesitamos ser sinceras y realistas, y para esto es importante también atravesar la menopausia con una amiga. Es una gran tentación y al mismo tiempo un peligro aislarnos y creer que podemos nosotras mismas salir adelante y hacer frente a la situación.
Quizás aveces nos de vergüenza confesar que tenemos un problema, o nuestro propio orgullo nos detiene de ser vulnerables. Pero lo cierto es que solas no podemos. Necesitamos de una amiga que nos ayude a ver la vida dentro de los 5 sentidos físicos y el 6to sentido (la fe) y filtrar toda emoción a través del lente del evangelio. Una amiga con la que podamos desahogarnos y quien nos ayudará a ver con claridad la vida y ver desde otra perspectiva esta etapa tan valiosa para la mujer. Al final de cuentas, la menopausia (como toda etapa) no es mala. No es un castigo divino, no es un virus maligno, si es incomoda, si es dificil, pero es parte de la vida que Dios regala, y que Dios controla. Debemos aprender a verla no como un problema, sino como una oportunidad.
¿Qué puedo hacer diferente ahora?
Podrían preguntarse: ¿Que puedo hacer diferente ahora? ¿Como puedo aprovechar mejor esta etapa? Es lo mismo que yo me pregunto en relación a mi solteria. Mis amigas y yo tenemos quizás luchas que “circunstancialmente” son diferentes, pero en el fondo luchamos con la misma falta de identidad, con una resistencia a abrazar la etapa de la soltería como algo bueno y como un regalo de Dios para nosotras. Nos cuesta trabajo no compararnos con otras chicas de nuestra edad, y nos enfrentamos constantemente a una crisis de identidad. La solución puede venir envuelta de muchas formas, con moños de diferentes colores, pero el contenido es el mismo: El evangelio. Necesitamos un Redentor que nos libere del miedo. Necesitamos de un Padre que nos haga sentir seguras. Necesitamos de un Salvador que nos recuerde que no tenemos el control y que realmente nunca lo tuvimos. Necesitamos de un Mesías que nos recuerde que esta bien no estar bien, ya que ‘El estuvo siempre bien por nosotras. Necesitamos de un Pastor que nos haga descansar y nos diga: “Esta todo hecho. Todo esta bien. Al final de la historia, el pecado pierde, yo gano, y este sufrimiento es temporal. Mi gracia es todo lo que necesitas y mi gracia es suficiente.”
“Para muchas personas, si pudieran escapar de sus miedos y de su teología formal por un momento y estar en un momento en el que puedan ser realmente honestos consigo mismos acerca de la vida y acerca de sus luchas como creyentes, ellos le preguntarían a Dios: “¿de verdad te importa? ¿Realmente te importa? La respuesta es: Si. Su gracia es suficiente! Dios te llevará donde no has planeado ir con el fin de producir en ti lo que no podrías lograr por tu cuenta. Tal vez te preguntas: ¿Dónde está la gracia de Dios? Sin darte cuenta que ya la estas disfrutando. Porque muy a menudo, de este lado de la eternidad, la gracia de Dios viene a nosotros en formas incómodas.” -Paul Tripp
La menopausia no es el contexto mas cómodo. Pero es la envoltura que Dios ha seleccionado para repartir su gracia. Al final, la gracia de Dios no viene siempre como esperamos, pero siempre es lo que necesitamos.