Cómo santifica el Espíritu Santo
Dios ha prometido que la obra santificadora que Él ha comenzado aquí en la tierra será terminada por Él en el cielo. Confía en la capacidad soberana de Dios para cambiarte.
Dios ha prometido que la obra santificadora que Él ha comenzado aquí en la tierra será terminada por Él en el cielo. Confía en la capacidad soberana de Dios para cambiarte.
El pueblo evangélico es llamado a considerar el Evangelio, y a la unidad de la iglesia como una marca distintiva de éste, que a su vez marca una diferencia en un mundo de por sí tremendamente dividido en clases raciales, socioeconómicas, políticas, culturales, ideológicas, religiosas, etc.
No estamos llamados a ser un pueblo egoísta y estático, sino a crecer en número. Y aunque el crecimiento numérico es tarea del Espíritu Santo, nosotros tenemos la responsabilidad de compartir las buenas nuevas con todos aquellos que ahora mismo se encuentran separados de la comunión con Dios y con su pueblo.
Por la soberana y dulce gracia de Dios, una vez que somos adoptados a la familia de Dios, somos acreedores de toda clase de bendiciones espirituales en los lugares celestiales en virtud de nuestra unión con Cristo.
Estoy seguro que la lucha con la masturbación es una lucha de placer, pero no placer físico solamente, sino el placer que encierra todo el diseño del sexo matrimonial, y eso incluye muchos elementos emocionales.
La expresión “el cuerpo de Cristo” es usada para llevar a la iglesia en Roma—la comunidad de creyentes—a aplicar las verdades centrales del Evangelio que habló en los 11 capítulos anteriores, haciéndoles ver que la iglesia es una pluralidad diversa.
Recuerda que Jesús sabía que Pedro lo negaría, pero por Sus oraciones la fe de Pedro siguió viva y creciendo y siendo una bendición para nosotros. La negación de Pedro me consuela demasiado porque se que todas las veces que he negado al Señor, Él está orando por mi y me está desafiando a enfocar mi amor en Él de todo corazón.
Así como un deudor de préstamo hipotecario no niega y mejor aún, reconoce la deuda que contrajo, de la misma manera, toda persona a la que he presentado el evangelio de Jesús no niega que es pecador, todos reconocen que han pecado, pero, se niegan a “creer” que la deuda que tienen para con Dios a consecuencia de su pecado fue pagada totalmente por Jesús en la cruz.
Dios nos ha dado grandísimas y preciosas promesas para ser participantes de la naturaleza divina. Esfuérzate, sigue luchando, reconoce lo pobre que eres para amar, no minimices tu pecado, entrégate a su gracia transformadora y esfuérzate en amar a los que están a tu alrededor, porque Jesús, tu tierno y precioso Salvador, es la definición del amor y está transformándote en alguien como Él.
Eres rico en Jesús, no vivas tu vida como mendigo, los méritos de Jesús como el Mesías son suficientes para que vivas una vida acorde a éstas bendiciones espirituales dadas en gracia de Dios.
Es Cristo el mensaje, es Cristo el único que debe llevarse la gloria, es Cristo el que debe ser anunciado y exaltado, es Cristo el verdaderamente poderoso. Marcos, al narrarnos de Juan el bautista, nos empieza a decir quién es nuestro maravilloso Señor y Salvador, Cristo Jesús. Amen.
Las doctrinas gnósticas son enemigas del evangelio. Pero también lo es, y mucho, la actitud del gnóstico de parte del creyente que confía en que su pedantería secreta o pública tiene algún valor delante de Dios.